Luna de Miel






Empieza la aventura de nuestra luna de miel. Un desafío en moto que nos llevará a conocer la Costa Azul francesa y la Toscana italiana. Guiados por nuestra querida BMW R 1200 GS ADVENTURE esperamos disfrutar de un súper viaje motero en el que hemos puesto mucha ilusión. Nos vemos a la vuelta.
Saliendo de casa

663 km de primer plato no están mal... Pero se han llevado bien. Mucha curva disfrutona y poca autovía. Hemos comido en Catalunya, comida catalana, escrita en catalán y explicada en catalán. Cobrar, nos ha cobrado en castellano, y no poco... que era un " Restaurant Ecologic"… en Francia hemos cenado igual de mal y de caro, pero todo en Castellano... Un lujo. 


Primer destino: CARCASSONNE

Carcassonne es una villa espectacular. Ciudad amurallada medieval cuidada con mimo. Un diez. 






Mañana Côte d'Azur con final en Mónaco. A ver si Alonso ya ha llegado a Meta.
Hoy hemos conocido el lujo en Mónaco. Y zonas muy parecidas a España, como Saint Tropez. Que tiene un aire a Xàbia que sorprende. Sin embargo el caos urbanístico de Mónaco esconde lujo y ostentación en cada paso de cebra, en cada rotonda,.... Es un lugar para otro tipo de gente, en otro nivel de vida, más allá de que estamos acostumbrados a ver, incluso a imaginar. Me quedo con Saint Tropez


Saint Tropez

Mónaco
Mónaco
Palacio de los Grimaldi
Palacio de los Grimaldi
Una cervecita en el puerto de Mónaco... Precio S.M.

El resto del día, un poco más de autovía para la GS. Y de regalo, camino de Saint Tropez unas curvas alucinantes para sacarle el óxido a los frenos. Entre Le Luc y Grimaud. Si lee esto algún motero, que nos las pase por alto. Mañana por fin llegamos a Florencia, donde empieza el verdadero viaje, el de disfrutar del paisaje, la gastronomía, y la carretera sin prisas. Paradas a diestra y siniestra, dejando volar la imaginación y disfrutando de lo mejor del viaje, mi compañera, Mi mujer.


En la puerta del Hotel de Florencia

Hemos llegado a Florencia y nos hemos trasladado de época. En cada calle o plaza aparece un trozo de historia. Y mucho turista, muchas motos, y millones de bicis. Hoy hemos comido en la ruta y hemos cenado en una mala opción. Pero el alegre ambiente Fiorentino nos ha puesto una sonrisa enorme. En un rato hemos visto todos los edificios importantes del centro. De noche espectaculares. Il Duomo deja sin habla. 









Ponte Vecchio

Al día siguiente decidimos ponernos el sombrero cultureta y devoramos museos y exposiciones. Podemos visitar Il Duomo por dentro y nos vuelve a dejar sin habla... Pero por todo lo contrario. No había visto jamás una catedral tan insípida por dentro. Y menos, con la espectacularidad que atesora por fuera. Después comprobaremos que es habitual por esta zona. Bonita fachada y triste y gris interior en los templos. Para pasar el mal trago subimos dos millones de escalones hasta el campanario. Luego los volvimos a bajar... 
La Piedad de M.A. se deja ver en el Museo de La Ópera, y tras ello, La Galleria de la Academia nos regala el momentazo de estar bajo el David de Miguel Ángel. Otra vez mudos. 







 Cuando recuperamos el habla nos fuimos darle gusto al cuerpo comiendo. Para hacer la digestión qué mejor que una cola frente a La Galleria de los Ufficci. No somos expertos en arte, pero esta galeria es para querer serlo. Menuda coleccion de estatuas!!!! Y de regalo La pasión de Venus y La adoración de los reyes. Nos vamos a cenar tan cansados como satisfechos. Al día siguiente toca Toscana pura y mucha moto... Qué ganas.






Empieza el día con algo de lluvia y niebla atravesando el Valle del Chianti, pero es el adorno perfecto para los colores que nos inundan la vista. Además, creo que hemos acertado con la época. Realmente todo esto es tan bello como esperábamos. Estremece pensar en todas las postales e imágenes que hemos visto preparando el viaje y que ahora están frente a nuestros ojos.






Para entrar en calor nos damos un homenaje en la comida... Chuletón de kilo y vino del Chianti. Mmmmmmmmmmmm





Curveando un rato llegamos a Siena. Comprobamos que todo lo que nos habían contado sobre esta ciudad es cierto. Enamora en cuanto empiezas a callejear. Nos tomamos unas cervezas en la Piazza dil Campo por el módico precio de 7 €/UD. Pero el ambiente y las vistas lo valen.  Esa noche cambiamos de tercio y dormimos en un Bed&Breakfast... La experiencia fue buena pero nuestra pequeña GS tuvo que dormir abandonada en la calle... Snif, snif...






Seguimos con paisajes típicamente toscanos, esta vez de la Val D'Orcia. Otro estilo pero igual de atractivos. En el camino dos pueblos muy bonitos, Montepulciano y Pienza.







Nos alojamos en un hotel con mucho encanto, en San Quirico D'Orcia. Lo que no ha tenido tanto encanto es dónde hemos tenido que aparcar la moto... Fuera de la ciudad amurallada, en un triste aparcamiento a las afueras, sola, triste, mojada... Un dolor... Pero una vez más saldrá adelante. En los próximos días amenaza lluvia y barajamos al principio quedarnos ahí más de un día, pero el pueblo, aunque bonito, no da para tanto...



Las previsiones se confirman y el día comienza con amenaza de lluvia. Salimos muy valientes del hotel, pero en breve nos toca estrenar los trajes de agua para la moto. Hemos decidido no cambiar los planes de ruta así que cogeremos un Ferry en Piombino para ir a conocer la Isla de Elba. Pero antes de eso no podemos evitar cruzar el diluvio universal. La moto aguanta como una campeona la inundación de la autopista y otros inconvenientes inherentes a la situación. A nosotros algo de agua nos entra por manos, cuello y pies, pero el resto perfectamente seco. Pensando cómo caía nos damos por satisfechos. 


 


Cómo dábamos por hecho la lluvia habíamos previsto alojarnos en un hotel con Spa. Acierto!!. Cómo es temporada baja, además no hay nadie y nos dan la mejor habitación del hotel. Acierto!!. Qué relax. Sin palabras. Portoazzuro es el pueblito donde pasamos la noche y nos parece encantador. En verano tiene que ser una pasada.



Ya es lunes. Hace una semana que empezó la aventura. Ha pasado demasiado rápida. Estamos disfrutando de todo, mucho. Incluso de la intermitente lluvia, que le da un toque increíble a los paisajes. Hoy salimos del hotel con lluvia pero enseguida sale el sol y nos permite gozar de nuestro tour completo a la Isla. Es inhóspita, salvaje. Pequeños pueblos salpicados por la costa con sus casas apelotonadas, pero nada más, sólo terreno forestal semi-virgen por todas partes. Lástima que sea tan pequeña, pues a mediodía la hemos recorrido entera. A las tres estamos de nuevo en el Ferry. 


 


Con un par de cervezas el trayecto se nos pasa volando. Para variar hoy vamos a probar un típico "agroturismo" toscano. Una casa Rural, vaya. En Massa Maritima. El sitio es realmente espectacular, de película, estamos solos en la casa, y nos dejan elegir nuevamente habitación. Cogemos un pequeño  apartamento con acceso directo al jardín. Tiene mucho encanto, aunque es frío como un demonio. El invierno ha decidido llegar el día menos indicado. Aún así nos gusta.




 

















De visita típica en el pueblo, también típicamente amurallado, típica cerveza y típica cena con pasta. Diría que somos como el resto de turistas, pero no es cierto, porque no hay más turistas. Todo para nosotros.
Vuelve tímidamente el sol al amanecer y me permite recrearme con la cámara del móvil en la casa rural antes del desayuno (Con chimenea por cierto).




Hoy el día nos regala otro pueblo maravilloso. Volterra. Parada obligada. Parte todo el mundo, incluso Ned Stark ha venido a grabar unas escenas de la película "I Medici 2". El encuentro es fugaz, pero emocionante, aunque Marisa sólo lo ve de espaldas. El pueblo es ideal para este tipo de rodajes. Hasta las papeleras son medievales. Nos vamos una vez más con la barriga llena y la memoria llena de postales de rincones increíbles. 





Haremos noche en San Gimignano. Otro recinto amurallado peatonal en su interior. Otra noche que nuestra pequeña GS dormirá abandonadita a la intemperie. Pero antes de eso me dejan entrar con la moto hasta el hotel a dejar las maletas y eso le permite disfrutar también a ella de callejuelas empedradas y cuestas imposibles. 15 Torres quedan en este pequeño pueblo de las más de 70 que llegó a tener. No son especialmente bonitas de forma individual, pero el conjunto sí lo es. Cuando te vas acercando al pueblo la panorámica es impresionante.




























           

La vuelta a la Toscana va tocando a su fin. El colofón ha sido supremo. San Gimignano ha sido uno de los pueblos que más nos ha gustado de todo el viaje. Y el restaurante de la cena ha sido el broche perfecto.
Al día siguiente ponemos rumbo a Pisa, para ver su torre inclinada, y de ahí sin enredar demasiado, nos iremos a dormir a Génova, que es donde parte el ferry que nos devolverá a la cruda realidad. La Torre de Pisa merece la pena. Pero ver la colección de idiotas (yo incluido) que hacemos la pose en el jardín simulando sujetar la torre, no tiene precio. Eso sí, sólo yo conseguí ponerla derecha ;)


















Entre Pisa y Génova, atravesamos una zona espectacular, Les Cinque Terre. Comimos en Riomaggiore. Un enjambre de casas colgadas sobre el mar con un colorido fuera de lo común. Carreteras de curvas sin fin, y parajes naturales  que no te cansas de ver, ni siquiera con la lluvia que nos acompaña toda la tarde.

 

Con la llegada al hotel de Génova descubrimos dos cosas. Pedazo de ciudad chula, y pedazo de hotelazo que hemos cogido para la última noche en Italia.


Nos gustó, y mucho Génova, pero hacía tiempo que no me sentía inseguro en algún sitio. Callejeando por el barrio antiguo llegamos hasta la zona del puerto, y nos metimos en un berenjenal que nos hizo acelerar el paso sin mirar para atrás...
El siguiente día toca Ferry hasta Barcelona. A dormir...
Para embarcar nos tocó una larga espera de tres horas bajo la lluvia, un rollo. No obstante, tuvimos la oportunidad de conocer más moteros en travesía. En concreto conocimos a una pareja de australianos que llevaban 6 meses por Europa dando vueltas (el sueño de todo motero de aventura que pocos veremos cumplido...). Fue divertido. Y un montón de gente que iba a Cheste a ver a Márquez ganar el título del mundo de moto GP.
El viaje en barco tuvo de todo, incluso algún rato aburrido, pero cruzar un frente con olas de 4 metros mientras dormíamos nos puso los pelos de punta. Cero aburrimiento. Cuando salió el sol llegábamos a la Catalunya dividida de los que se creen por encima de la ley frente a los que piensan que se quedan sin ley, y sin tiempo a posicionarnos salimos pitando rumbo a casa.





Viajar, en sí mismo, siempre es una gran idea. Hacerlo acompañado de Marisa, un sueño. La Toscana, una gran elección. Hacerlo en moto, El acierto. 

Volvemos a casa con la cabeza llena de rincones, imágenes, emociones, colores y sabores inolvidables. No esperamos volver a casarnos, pero sí disfrutar de nuevo de un viaje mínimamente parecido a éste.



Gracias.

El vídeo del viaje:

https://youtu.be/l0pjKJShYQc